martes, 19 de junio de 2012

Las palabras, la lectura, los libros

Después de mucho meditar, después de estar en blanco unas semanas, hoy tan simple y tan claro, a venido a mi sobre lo que voy a escribir en estas próximas semanas. 

He de confesar, que cuando era mas pequeña la lectura no era mi pasión, solía decir que iba a ser "escritora, pero no lectora" y por aquel entonces no entendía la ironía de mis propias palabras. No es que sea imposible, ser escritora y no ser una apasionada de la lectura. Pero el escribir en sí, si no tienes una base, se hace dificil. La lectura queramos o no nos llena de palabras, formas verbales, como estructurar las frases, los parrafos, los diálogos (si los quires añadir). El simple acto de leer, hace que tu mente se desarrolle más, reflexione, piense, aprenda... cosas que si no lees no puede saber.

Por ello, hoy os traigo un libro que a pesar de leer en escalas, porque es una serie de libros bastante extensa, siempre tiene una enseñanza que darme, de él he sacado frases fágnificas y ideas increibles. El libro se llama "LA ESPADA DE LA VERDAD"  de Terry Goodkind. Y os dejo el siguiente fragmento:

El único soberano que puedo permitir que me gobierne es la razón. La primera ley de la razón es ésta: lo que existe, existe; lo que es, es. En este principio irreductible y sólido se basa todo conocimiento. Son los cimientos desde los que se abraza la vida.

La razón es uan elección. Deseos y caprichos no son hechos, ni tampoco son un medio para descubrirlos. La razón es nuestro único medio para captar la realidad; es nuestra herramienta básica de supervivencia. Somos libres de eludir el esfuerzo de pensar, de recharzar la razón, pero no nos libraremos del castigo del abiso que nos negamos a ver.

Si no uso la razón en esta contienda, si cierro los ojos a la realidad en favor de lo que yo desearía, ambos moriremos, y por nada. Sólo seremos dos más entre incontables millones de cadáveres sin nombre en la decadencia gris y lúgubre de la humanidad. En la oscuridad que seguirá, nuestros huesos se convertirán en simple polvo.

Finalmente, puede que denro de mil años, puede que más, la luz de la libertad volverá a alzarse para brillar sobre un pueblo libre; pero entre ahora y entonces, millones y millones de personas nacerán a una miseria sin esperanza y no tendrán otra elección que soportar el yugo de la Orden. Nosotros, al hacer caso omiso de la razón, habremos conseguido esas montañas de cuerpos destrozados, la ruina de unas vidas jamás vividas.

martes, 12 de junio de 2012

El blanco vacío de mi mente

Un remolino de ideas se algolpa, todas quieren decir algo, pero al final....bloqueo. 


¿La mente es finita o infinita?