sábado, 23 de julio de 2011

Historias épiccas, sueños altos y siempre el olvido




En la vida siempre hay alguna historia épica que alquien en algún momento te ha contado, historias de como conociste a un amigo a través de una frase en una libreta perdida del mundo y después coincidiste con esa misma persona en un autobús; historias de amor al fiel estilo Romeo y Julieta, donde todo se puso en contra para que no fueran felices, pero donde tuvieron su felicidad; historias de familias que superan grandes problemas y son persona amables con el mundo... Grandes historias, que son nuestros ejemplos para crecer, para seguir queriendo ser mejores personas, para soñar que algún día viviremos nuestra gran historia. Aunque puede ser que ya la estemos viviendo, porque el vivir ya es estar en un gran historia, la tuya.



Las grandes historias conllevan grandes sueños, sin los sueños no seríamos ni la mitad de lo que somos. Soñar es algo que nos hace libres, que nos hace grandes, que nos hace continuar a pesar de que el mundo se ponga alreves. Yo pienso, que sin sueños no seríamos nada, nacemos soñando y vivimos construyendo caminos que nos lleven a esos sueños, unas veces es más fácil y otras más difícil, pero eso no quiere decir que debamos de dejar de soñar, que debamos dejar de luchar por cumplir aquello que tanto anhelamos conseguir. 
Eso sí, si quieres vivir un sueño tienes que tener una mente abierta, ganas de luchar aunque te duelan las manos, ganas de andar aunque llueva y haga mucho calor, un pensamiento positivo que potenciará todo lo que hagas. Y en el camino a esos sueños, vivirás grandes historias con personas que te hará soñar, reír, llorar, sufrir, dialogar, discutir...


Y como consecuencia de ese mismo camino, de ese conseguir esos sueños, de ese seguir creciendo, seguir madurando, seguir viviendo, en definitiva seguir... Habrá personas, lugares, situaciones, emociones, sentimientos.... que olvidarás. El olvido no es más que una parte de nuestra existencia cuando nos damos cuenta de las personas que vamos dejando atrás, sentimos tristeza, a veces alegría, pero al final hay muchas grandes historias que se quedan atrás, supongo que porque no eran grandes historias de verdad, o no lo era para siempre jamás.